El pasado lunes tuvo lugar la segunda y última sesión de lectura compartida de mi novela MZUNGU. Mujer blanca extranjera. Y aquí van unas líneas para expresar mi agradecimiento por esta propuesta de @cuentodeluna10 para participar en @clubeljardindeloslibros (cuentas de Instagram).

La imagen recoge mi primer mensaje en el grupo de Telegram creado para la actividad, dirigiéndome a las personas que se habían apuntado en ese momento. Justo debajo, iba el saludo de Noemí, jardinera mayor del club de lectura y dinamizadora sin igual desde la simpatía y la calidez; siempre hace calorcito en este jardín.
Cuando recibí la invitación del club me hizo mucha, pero que mucha, ilusión. Ha sido la primera LC que he hecho con personas que no conozco. Esto es un decir; porque que me digan a mí que todas estas personas que he ido conociendo a través de las redes sociales, compis de editorial que también se sumaron a la lectura compartida, personas que comentan mis post y yo los suyos, porque nos encontramos en otros post de gente con la que nos hemos conectado a través de la red… ¡Que me digan a mí que todas ellas son personas que no conozco! Cuando la conexión entre dos personas se produce a través de un libro, se establece un vínculo, sin duda; pero cuando la conexión, además, se produce con tu propio libro y tus lectores y lectoras, eso ya es una experiencia íntima y profunda que nace del agradecimiento y se crece en la magia de recibir que aquella historia que tú necesitaste escribir es recibida por alguien que ha puesto por delante su tiempo y su confianza. ¿Hay algo más conmovedor para una autora?
Quiero expresar también lo bien que fue recibido mi texto por el grupo. Lo amables que fueron conmigo todas las personas que participaron, el respeto con el que varias expresaron que se les había hecho emocionalmente difícil la primera parte, porque —lo sé y cuento con ello— remueve por dentro y agita temas que a quien más, quien menos, le tocan. Me parece un regalo mayúsculo leer las reflexiones de las lectoras, la vuelta que le han dado a aquellas frases que redacté con mimo y compromiso, el aprendizaje que dijeron haber hecho en algunos pasajes de la trama, la manera en que compartieron con el grupo lo que mi texto les provocó mientras recorrían mis páginas y al hacerlo tejían ese hilo conmigo que me emociona tanto.
Han sido dos sesiones preciosas. Así lo siento y así lo escribo. Mencionaría a las personas que participaron, pero temo dejarme alguna o no tener claro cuál es su nombre de usuaria en Instagram. Espero que cada una de ellas encuentre este post y sienta que estas líneas son para ella, para él.
💜GRACIAS💜